Para empezar sólo diré que se acabó. Se acabó de confiar más en la gente para que después manipulen a su gusto, quiten de contexto y suelten por el espacio todo lo que digo. Que hagan de mi vida un immenso collage de mentiras incesantes.
Voy a hacer voto de silencio y habrá menos problemas, menos impotencia y menos estado lamentable de vergüenza, primero propia y luego ajena.
La rabia corre por mis venas como nitroglicerina y siento que voy a explotar, que me alimento de imbecilidad.
Olvida lo dicho y escúchame, al final quien tiene la palabra definitiva soy yo y no esta gente que se cree saberlo todo y se sienten con todo el derecho de contar lo que les plazca como les plazca sin parar a pensar lo que realmente quiero o en como me voy a sentir.
No idealices lo que aún no sabes. Porque por culpa de ellos y de su capacidad de convicción, hoy me siento como hace un año atrás un objeto y nada más.
Algo en mi se rompe y mi expresión de ilusión se vuelve neutra, el reloj se para y la nostalgia vuelve.
<<No existen comentarios tontos, sino tontos que comentan>>
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