domingo, 9 de enero de 2011

Una puerta se cierra, otra se abre..

Una puerta se cierra.
Las oportunidades pasan, se pierden. El tiempo igual.
Ya no hay vuelta atrás.
Pasan días, semanas y meses y el tiempo no cesa, me aprieta, me aprieta hasta ahogar.
Inevitablemente todo cambia a mi alrededor -menos lo que yo quiero- y no me queda nada más que aguardar y tragarme esa puta impotencia que siento mientras tú sigues con tu vida y te mantienes fuera -pero dentro- de la mía.
Quizás el problema es que somos demasiado distintos, que nada puedo hacer contra ese misterio que me corroe por dentro, nada puedo hacer para que te des cuenta que te he estado esperando todo este tiempo para nada. De nada sirve todo lo que siento, todo esto que hago.
Puede que aunque ni quiera ni pueda lo mejor sea olvidarlo todo, olvidarme de ti, de tu risa, de tus ojos y de tus palabras.. Y de un sinfín de cosas que aún nos quedan por vivir.
¿Qué habrá al otro lado?
No voy a poder hacerlo -ni siquiera voy a intentarlo-.
Me voy a dejar llevar por el viento...
Otra se abre.

<<¿No ves que lo nuestro es raro sigue intacto en mil pedazos y no logra romperse?>> 

No hay comentarios:

Publicar un comentario